¡Mira, la estrella de Belén! Espera… no... ¡Es un asteroide!


Primero que nada, feliz navidad, raza. No soy cristiano, pero ya ven, pinche consumismo; la navidad
es más que una celebración cristiana. Aparte, cualquier pretexto es bueno para ponerse hasta atrás, comer un chingo y recibir cosas materiales (¡sí! ¡El verdadero espíritu de la navidad!). Digo, siempre que se pueda, ya que ni Santa ni el Niño Dios se dignan en llevarles regalos a los pobres, pero esa es otra historia.

Ahora sí, a lo que nos truje Chencha. Hoy en realidad, vengo a arruinarles la fiesta. Todos nos vamos a morir porque viene un pinche asteroide a matarnos a todos. Nah, no es cierto, pero casi.


De hecho, la NASA acaba de confirmar que el asteroide al que llaman 2003 SD220 (Pinches nombres. ¿Por qué no le ponen Panchita o Lulú como le hacen con los huracanes?) es inofensivo. Esta piedrota mide 1,100 metros de largo y hace algunos días ya se andaban culeando, pero le echaron duro a la investigación hasta que advirtieron que la zona por la que pasará está más lejos que la distancia de la Tierra a la Luna multiplicada por ocho, 11 millones de kilómetros para ser exactos. ¡Fiuuu!

Pero no se emocionen. En el 2018 se acercará más. Estará a 2.8 kilómetros de distancia. Y en el 2070
serán 2.7 kilómetros. Quién sabe, tal vez se equivoquen los científicos y valgamos madre.

Pero aunque así pasara no sería muy diferente de la realidad que vivimos, ya que en México los días festivos son igual a matanzas al por mayor. No nos toca vivir algo como el Armagedón, pero de que vivimos en un escenario apocalíptico no hay duda...


Que tengan mucho amor y paz en esta bella noche de navidad, amiguitos.

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