En una galaxia muy, muy lejana hay un chingo de tecnología
bien mamastrófica, impensable para cualquier paisano de la Vía Láctea. Pero con
mis consejos podrás construir tu propio sable, ¡justo como en las películas!
Sólo necesitas:
- Una antorcha de plasma
-Un mini ventilador de titanio
-Una bobina electromagnética
-Un cilindro de cerámica de 3 pies
-Y trillones de nanobaterías
¿Y todo esto pa qué chingados? ¿Por qué no menciono los
cristales que sirven como base de poder para el sable de luz? Bueno, para allá
voy, pero primero tengo que aceptar que armarás tu sable de luz no con mis consejos,
sino los de Michio Kaku, un físico
teórico, futorólogo y prominente divulgador científico
estadounidense. Él antes
ya había expuesto la teoría de los cuatro tipos de civilizaciones:
Civilización 0: Es en la vivimos nosotros,
Civilización 1: Básicamente, es una nación planetaria.
Civilización 2: Se extiende a todo un sistema solar.
Civilización 3: Cubre toda una galaxia.
Y claro, la trama de Star Wars sucede en una civilización 3.
Esto influye en la construcción de los sables. En el juego de Knights o the Old
Republic aparece una pequeña Academia Jedi en el planeta Dantooine, a donde van
los jedis que vienen de planetas cercanos y así no tengan que ir hasta Coruscant.
En el mismo Dantooine hay una cueva en donde se consiguen los cristales, pero
después de que este planeta fue destruido miles años antes de los
acontecimientos del Episodio I todo los jedis tienen que entrenarse en
Corurscant y luego viajar hasta Illum,
un planeta con mucha nieve, en el que
hay una cueva gigantesca repleta de cristales de distintos tipos. Ahí los
padawans buscan sus cristales para armar sus primeros sables y empezar su
iniciación como jedi.
Mucho pedo. En la Tierra aún no tenemos la tecnología para
viajar tan pinches lejos, muy apenas podemos ir a la Luna y mandar uno que otro
robot a Marte de vez en cuando. Además, los sables de luz son muy inestables y
no hay fórmula para armarlos, sólo un portador diestro de la Fuerza puede
hacerlo. Tristemente, aquí no tenemos jedis que nos midan los midiclorianos
para ver qué tan sensibles a la Fuerza somos.
Pero no se preocupen mis jóvenes padawans. Los terrícolas
somos chingones, ¿a poco no? Tenemos nuestra propia fuerza: la ciencia. Por
eso, Micchio Kaku se encargó de averiguar cómo hacerle para armar nuestros
sables usando sólo los recursos de nuestra pedorra civilización 0.
Que quede claro, nuestros sables no estarán hechos de láser,
como podrían pensar la mayoría. Para empezar los lásers sólo se ven en la
oscuridad y no sería cool utilizarlos al aire libre de día. Además, físicamente
es imposible que midan lo mismo que una espada. Por su naturaleza, un haz de
luz no se para hasta que encuentre una pared que lo detenga. Entonces un láser
lo suficientemente potente como para cortar LO QUE SEA, traspasaría los techos
y ora sí que cortaría lo que sea que se encontrara a su paso.
Ahora me dirán: “No seas mamila, en Youtube hay un chingo de
videos de weyes que hacen sus propios
sables con láser”. Simón, pero ni de pedo
se parecen a los de las películas y te prometí que así sería. Aunque estos son
láser con empuñadura y algunos pueden quemar uno que otro papelito, todos son
como cualquier láser normal, delgado, sólo se ve en la oscuridad, se topa con
la pared o el techo y no puede rebanar un brazo de una tajada.
Pero, claro que este pedo no va a funcionar sólo. Hasta los
sables de Star Wars tienen su propio generador de energía. Suerte que en
nuestros tiempos ya se están desarrollando generadores a escalas microscópicas
que son capaces de hacer electricidad. Se requería tanta energía como para
alumbrar una ciudad entera,
pero gracias a estos nanogeneradores se puede
lograr toda esta energía en espacios increíblemente pequeños.
Por último, el ventilador de titanio estaría en la punta de la
empuñadura contraria al lado de donde saldría la hoja y este se encargaría de
absorber aire que empujaría a la hoja y a todo el plasma que la rodearía.
Bueno, esta tecnología no es como para hacerla en tu casa. Más
bien me refiero a la Tierra como nuestra casa. Aún no tenemos nada que
compruebe la existencia de algo parecido a la Fuerza ni viajes hiperespaciales,
ni estrellas de la muerte y ni siquiera
robotsitos tan útiles y carismáticos como R2-D2 (aunque esos ya están en
proceso). De nuevo, somos una muy primitiva civilización 0, pero por lo menos
ya tenemos a la mano los recursos necesarios para crear un arma elegante para
tiempos más civilizados a los que esperemos poder llegar.
Si quieren saber más de lo que dice Micchio Kaku, éntrenle aquí: https://youtu.be/1lr5OUjFDkg
Y si quieren ver el sable de láser de veras hecho en casa que, a mi parecer, es el más chido del yutú, cáiganle aquí: https://youtu.be/53GJJHwQ8BA
Por lo pronto se despide su compa, Husky Hernández, el doble H.
No hay comentarios:
Publicar un comentario