Disculpe, señora, ¿tiene un momento para hablar de ateísmo?


Decía un viejo dicho sabio: “Si la virgen viste de oro, desnúdala”. Bueno, en realidad es un verso de una canción de Mago de Oz… Sé que estamos en vísperas de una alta religiosidad y todo eso, pero aunque no sea políticamente correcto aceptarlo, expongo mi desacuerdo con ello. Si eres un religioso sensible puedes omitir esto y ni siquiera darle clic en mi escrito; si eres un religioso pensante y no temes a abrir tu mente a otros puntos de vista, bienvenido seas; y si eres un ateo de hueso colorado, con más razón bienvenido, si gustas puedes alzar tu cerveza, ponerle play a la rola de Fiesta Pagana y empezar a leer lo que a continuación te voy  a decir.


Ahí te va:

Dios no existe.

Sé que es doloroso. Sé que es molesto. Pero es la verdad. Para mí también lo fue cuando en algún punto de mi adolescencia acepté esta cruel realidad. Una de las preguntas que se usa mucho para refutar la no existencia de Dios es la típica pregunta: ¿si Dios existe entonces por qué existe la maldad en el mundo? He de aceptar, es una pregunta facilona y poco contundente, pero igual le sirve a la chaviza para empezar a cuestionar su  realidad y con ello a la religión. Y claro que lo es, porque ciertamente existen numerosos teólogos que pueden refutarlo fácilmente con base en su teología. Dios tiene un plan imposible de entender para el ser humano y nosotros viviendo en este mundo despiadado y sanguinario somos parte de ese plan.

Pero si quieres tener fundamentos para cuestionar la religión tu lógica debe ir más allá.  Richard Dawkins, un importante biólogo y casi predicador del ateísmo, aparte de declarar firmemente que la ciencia niega de facto la existencia de Dios, él propone llevar el ateísmo a otro nivel: el ateísmo militante.
A los religiosos se les da la libertad de ir casa por casa a tratar de convencerte de que te les unas (por más molesto que pueda ser), de tener canales de televisión y estaciones de radio dedicadas a hacerse propaganda y merecen todo respeto, nunca digas nada contra ellos porque está mal. Pero, en cambio, los religiosos siempre han sido privilegiados en el área de las calumnias. Se echan entre ellos, religión contra religión, y también a quienes no creen. Medios de comunicación, aún los no religiosos, ayudan muchas veces a satanizar el ateísmo e incluso a religiones diversas. Pero cada vez que habla un ateo para poner su punto de vista todo mundo hace un escándalo.

Si eres de los que niegan toda religión no me dejarás mentir, ¿nunca tuviste una discusión con algún compañero de la escuela, del trabajo e incluso con algún familiar en el momento en que dijiste no creer en Dios? Cada vez que sale el tema frente a algún religioso ultra creyente es imposible evitar una discusión porque trata de exponerte por qué estás mal. Y siempre sale lo del diseño inteligente y lo absurda que es la ciencia.

Ahora, habrá quien diga que la religión y la ciencia no se excluyen la una a la otra ni deberían hacerlo. El Vaticano tiene un observatorio y tiene sus propios científicos que publican sus trabajos en revistas científicas y  las comparten con colegas que investigan en el mundo secular. Charles Darwin, por su parte, se declaró a sí mismo agnóstico; no creía que su teoría refutara la existencia de Dios. Newton inclusive era cristiano y el veía sus postulados como algo que confirmaba la existencia de Dios y veía a la ciencia como una forma más de acercarse a él, de comprobar su poder y maravillarse con su creación. Es más, las teorías de Gregorio Mendel sentaron las bases para el estudio de la genética y el tipo fue un monje agustino. ¿Entonces por qué tanto argüende?

Georges Lemaître, un sacerdote de Bélgica que también fue astrónomo, explicó por primera vez en la primera mitad del siglo XX que la religión y la ciencia pueden y deben coexistir, que tienen funciones distintas y no se deben mezclar, pero por eso tampoco rechazarse una a la otra. Para él, la ciencia nos da el conocimiento y la religión el sentido de la vida.

Otro estudioso (y religioso, dicho sea de paso) importante es Pierre Teilhard de Chardin. Este tipo tiene una teoría interesante. Bueno, en realidad la teoría viene de un ruso, un tal Vladimir Vernadski, pero Chardin adoptó su teoría y se la apropió para explicar algo que, en verdad, es muy interesante, y que también está bien locochón. Vernadski, que era geólogo veía a la Tierra en sus distintas capas, pero el teorizó tres capas aparte de las básicas que nos enseñan en la primaria (que no repetiré porque qué hueva y ni al caso con esto): geosfera, biósfera y noósfera. Estas capas también son etapas en la vida del planeta: la geosfera es cuando aún no existía la vida y representa todos los minerales y demás elementos químicos que existen. La biósfera se formó a partir de que apareció el primer organismo y representa toda la vida en su estadio más primitivo. Lo que está más blowmind es la tercera etapa, la noósfera. Esta surge cuando los seres humanos desarrollamos la inteligencia. La noósfera es entonces la capa de la Tierra que está conformada por todos los pensamientos e ideas, básicamente, por el conocimiento del ser humano. Para Vernadski esto también es una capa de la Tierra y forma parte de su constitución, e incluso ayuda a que se mantenga viva y en equilibrio, o por lo menos a eso llegará cuando esta capa termine de desarrollarse, así como ya lo ha hecho la biósfera.

Parece que ya me desvié algo del tema, pero aquí viene la razón de ello: Teilhard de Chardin. Este señor, que también era geólogo, agregó una última capa: la Cristósfera. A pesar de ser sacerdote no negaba la idea de la evolución y en cambio creía que a través de esta misma es como el plan divino de Dios se materializa. Así, la Tierra que empezó por ser una gran roca, pasó por convertirse en la biósfera y esta trajo consigo a la noósfera, en la que Jesús se hizo carne y en la que aparecerá al final de los tiempos, y cuando esto suceda pasaremos a la Cristósfera, que para Teilhard de Chardin es Sión, la Tierra Prometida. Este tipo ve entonces a la Tierra Prometida como una metáfora de la Cristósfera, una etapa en la existencia en la que todos seremos uno mismo, seremos Cristo. La llegada de Cristo para él se refiere a la unificación de todas las mentes, toda la vida y toda la materia en una sola. De esta manera es que volveremos a Dios.

Sí, esto está bien zafado y causó mucha controversia dentro de la Iglesia Católica. De hecho, justo cuando murió todos los libros que él había escrito que estaban en el Vaticano fueron incinerados. Sólo hace algunos años fue que el papa Benedicto XVI reconoció su obra, aunque sigue sin formar parte de la doctrina católica. Su postura de hecho sigue siendo de alguna manera hereje, pues tiene tintes muy claros de panteísmo, o sea, la creencia de que toda la materia en el universo es Dios, todos formamos parte de él y al morir nos hacemos uno con este.
Esta postura no es cientíica, pero sí cuasireligiosa. Y específicamente la teoría de la Cristósfera cae un tanto en la pseudociencia. No niego que es una idea fascinante, pero carece de evidencias para considerar la posibilidad de algo de tal magnitud. Y la verdad es que todo aquel que diga que practica una especie de híbrido entre ciencia y religión, es mera pseudociencia. Definitivamente se contradicen una a otra. La ciencia sobrevive por medio del escepticismo y sólo acepta aquello que brinda evidencias. La religión sobrevive por medio de la fe y, es más, promueve en sus feligreses evitar la duda. La duda en la existencia de Dios es uno de los principales pecados.

Pero incluso científicos como Dawkins, que niegan rotundamente la religión, creen que  hay cosas de las que no se debe dudar. Es absurdo dudar de la existencia de las hadas o de los unicornios. No hay pruebas de que no hayan existido y sería mucho más absurdo ponerse a buscar las evidencias para comprobar que no existen. Lo mismo pasa con la divinidad.

Ahora, no trato de promover la intolerancia, pero sí a lo que el mismo Dawkins decía: hablar abiertamente sobre el ateísmo. La religión si quiere existir debería hacer caso a lo que dijo Lemaître y no tratar de responder preguntas que no se responderán ni por mucho con fe.



Si te convencí con mi ateísmo militante y  sientes que en el nombre del de arriba tu vida van a manejar, entonces escucha más de la palabra de Richard Dawkins y caile a este link:


https://www.ted.com/playlists/14/are_you_there_god






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