30 razones por las que tus argumentos sobre la marihuana son inválidos. Fin.

Mucho se ha dicho a favor y en contra del uso de la marihuana. Es un tema debatido. Todos los días puedes verlo en el Inicio de Facebook.


Primero, está la gente que dice que “fumar marihuana es malo y definitivamente se tiene que mantener ilegal porque pobrecitos de nuestros hijos y hermanos, son pervertidos por esos amigos nefastos que tienen en la escuela”. Señor, señora. Amiga, amigo. Tengo que revelarles algo. Su hijo es un malnacido por sí sólo. Si fuma marihuana es por su propia cuenta. Las influencias en su vida sí importan, pero la decisión viene de sí mismo. Nadie te obliga a echarte un porro. Y no tiene por qué ser malo hacer algo que no molesta a nadie. Quienes roban, violan, matan, etcétera, estando drogados, lo habrían hecho estando sobrios. Así, si su hijo se droga y no ha cometido ninguna fechoría de estas, por algo será.

 Y luego sale otro nuevo estudio con el que uno que otro vato dice, “¡sí, a huevo! ¡Lo pinches sabía! ¡Todo este tiempo me han dicho mis jefes que no fume, pero en realidad estoy siendo más inteligente y más creativo que ellos gracias a la meriyein! ¡Soy todo un genio incomprendido!”. No, carnal. No te menosprecies. La marihuana, para empezar no es un alucinógeno. Y aunque lo fuera, nada que surgió en tu cabeza mientras fumas apareció por sí sólo. Ya estaba ahí.

Lo peor de todo esto es la miríada de artículos que “prueban” que una postura tal o cual es la verdadera, así de verdad, definitivamente, la neta, ya en serio. Es lo mismo que pasa con los artículos de un estudio que comprueba que existe o no existe Dios. Bullshit.

Y nunca faltan en Internet los tan populares artículos de: “Científicos prestigiosos de una universidad de renombre descubren que si eres junkie eres la mamada”.
O al contrario: “Científicos del Vaticano descubren científicamente que fumar mota es super malo para tu salud y tu espíritu”.

El chiste se cuenta sólo.

Así que aquí no me pondré a describir los descubrimientos científicos sobre el uso de la marihuana. Si eres marihuano de profesión y te digo las cosas malas que tiene la mota me vas a juzgar de tradicionalista y de mente cerrada, para luego citarme todos los beneficios terapéuticos, contra el cáncer, contra el SIDA, contra la pendejez. En cambio, si eres anti-drogas y te digo los descubrimientos a favor, me dirás que todo es un pretexto para ponerse bien jai y que te hace más lento y estúpido.

Así que en vez de ponerme de intolerante y enlistarte las maravillas o las calamidades de la marihuana te voy a decir las 2 razones por las que no se puede dar ningún veredicto y cállate el hocico. Sí, dos razones, no 30. Que sean pocas no significa que no sean importantes.


 1.- Porque para empezar, el mal del periodista es que pretende ser imparcial pero siempre le mete de su cosecha. Es obvio. Además, los periódicos y revistas aunque pretendan ser meramente informativos, también son un producto de consumo, y necesitan encabezados que vendan. “Descubrieron que la marihuana cura el cáncer” es mucho más llamativo que “Han recabado evidencias a favor de la hipótesis de que el THC puede matar células cancerígenas”. Una hipótesis no es una verdad. Por lo menos no está confirmado que lo sea. Ahora, no se pueden refutar las evidencias, pero para que algo sea científicamente comprobado tiene que pasar por años de pruebas y tiene que ser replicado por la comunidad científica. Sin embargo, a veces este tipo de artículos hace crecer la sensación de que los científicos son tipos con bata blanca encerrados en un laboratorio y que de repente gritan “¡Eureka!” Y todos los planetas se alinean en ese momento.

2.-Porque simplemente la posesión de la marihuana aún es ilegal en la mayoría de los países.¿Cómo creías que los científicos hacen todos esos descubrimientos sobre la marihuana? ¿Los imaginan y ya nada más porque son científicos tienen razón? Pues, no. Necesitan tener la planta con ellos para poder realizar los estudios. Hasta ahora los hallazgos que existen al respecto son a partir de los tratamientos con las personas que están en rehabilitación para dejar la marihuana y, en el caso de los países en los que es legal su consumo terapéutico, también hay hallazgos sobre sus usos medicinales. Por eso, casualmente los 'descubrimientos' que salen a la luz tienden a ser sobre sus propiedades curativas y sobre sus efectos nocivos. Y no, que tenga propiedades curativas no es suficiente razón para echarte un porro con tus compas los fines de semana. Sólo comprueba que sí ayuda en algunas enfermedades, pero si no te estás muriendo de cáncer no cuenta. Incluso, aunque tengas cáncer, las dosis son controladas, como cualquier medicamento. Si quieres usar argumentos científicos para el uso recreativo, andas bien perdido. Hasta que no se legalice su posesión, por lo menos, no hay mucho que podamos hacer al respecto.


Al final de cuentas, la decisión es responsabilidad de cada quien. Ahora lo sabes. Si quieres echarte un porro, lo menos falaz que puedes decir a tu favor es “me encanta estar bien tronado”. Y si al contrario, no le haces a esos rollos, lo menos falaz que puedes decir es “le temo a la ilegalidad y las consecuencias de meterme algo en lo que la ciencia aún no sabe realmente qué pedo”.


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