La Mansión Winchester: El aposento de una pinche loca.

El chante locochon de la ruca
Si, quizás para la mayoría de gente que vea esto, les sea algo familiar el apellido Winchester, seguro la escucharon en su clase super chafa de historia en la secundaria, o en la preparatoria o que se yo. Pero esta vez no les traigo una de esas cátedras, mas bien, hablarles de el ó los misterios que habitan esta morada super crazy.


La casa Winchester (Mansión, chante, cantón o como se les hinche el huevo decirle) Era la morada de Sarah Winchester, esposa de William Wirt Winchester, es el wey que creo unas armillas por ahí y era bien chingón, pero me ahorrare contarles toda su vida y hacer el "Copy-Paste" de Wikipedia, si quieren ver que pedo con el, se los encargo de tarea.

La sarita


El centro de este articulo no es el, si no mas bien su esposa, Sarah, la cual estaba un poco safada del coco y al chile, que pinche miedo ha de haber sido conocerla.
Pero me estoy adelantando, rebobinemos el casette y déjenme les cuento todo desde el principio.

¿Que pedo con Sarah?

Sarah, una jovenzuela de Connecticut, se había casado en 1862 con William Winchester, el heredero de la fabrica de rifles de repetición que fue uno de los pilares de la conquista del Oeste Norteamericano (Winchester Repeating Arms Company). Cuando todo parecía encaminado -un matrimonio bien avenido, una fortuna consolidada, un futuro brillante- Sarah pasa por dos etapas de las cuales, al parecer, nunca se recuperó: Después de que la hija y el esposo de Sarah fallecen, recibe un 50% de las acciones que había logrado la compañía de su difunto esposo.
Eh aquí lo loco, según el chismorreo, Sarah había ido a visitar a una médium, la cual le dijo que ella estaba maldita por todas las personas que habian muerto por culpa de las Armas Winchester.
Basándose en eso, la médium le dice que, para que los espíritus la dejen en paz, debe de construir una casa, pero que jamás la termine de construir, así los fantasmillas nunca podrán encontrar un lugar en donde vivir y atormentarla durante sus ritos (mentirilla ijiji).

El esqueleto de la mansión

La neta, pienso que Sarah se la super mamó cuando te das cuenta de que, durante 38 años, la casa estuvo en constante construcción (pinchi Sarah loca) y más aún cuando sabes que la casa enterita (o al menos lo que se conoce de ella) tiene alrededor de 160 cuartos, en los cuales se incluyen 40 dormitorios, tiene 7 putos pisos, casi 500 puertas, 6 cocinas, 52 tragaluces, 2 vestíbulos, 10,000 ventanas y muchas mamadas más, pero ya se van dando la idea de lo chida y extraña que es la casa en general.

A mi parecer, la casa es bastante rara y extraña en el pedo de arquitectura, ya que Sarah nunca pidio ayuda de Arquitectos y esos pedos, ella solo decía que se construyera algo, y se tenia que construir, ya que ella era la mera mera, la de el money. 
No tiene un esqueleto en sí, no tiene, digamoslo así, una forma comprensible de ver a la casa.
Otra vez, según el chismorreo, hay áreas o pasillos de la casa que no te llevan a ninguna parte, como por ejemplo puertas que llevan a un callejón, ventanas en lugares donde NO debe de haber ventanas, baños falsos y escaleras que te llevaban a una pared y otras cosillas que la Sarah mandaba a hacer.

Muerte de la Sarita, wey

Después de casi 39 años en los que la continua construcción de la casa seguía y seguía, Sarah llega al final de sus días y fallece mientras duerme a la edad de 82 añitos.
Se dice que ya cuando estaba vieja, pero con una memoria respetable, podía recitar uno a uno los objetos de cada habitación. 

Habitación de Sarah Winchester
Ademas, Sarah tenia una pequeña obsesión con el numero 13, ya que en muchas partes de la casa se pueden ver diferentes tipos de cosas, pero en números o cantidades totales en 13: 13 baños, ventanas con 13 paneles, y en el dormitorio de Sarah había un armario con 13 ganchos, en los cuales se colgaban 13 vestidos que usaba durante sus sesiones de espiritismo, y aún siguen más cosas con 13; escaleras con 13 escalones, así como el testamento de la dueña que esta dividido en 13 partes, y obviamente, estaba firmado 13 veces.








Dejando de lado el pedo misterioso que tiene y todas esas cosas, la casa es mas una reliquia histórica de decoración que a mucha gente le gustaría admirar face to face y no en fotos por la Internet.
Ahora que lo pienso, que dolores de cabeza se han de haber llevado todas las personas que trabajaron por muchos años en la construcción de esta Mansión. Pero ni pedo, se la rifaron de todos modos dejándonos una buena y chingóna historia que contar acerca de este casón, y más que nada, de la vida y los pensamientos locos que tenía Sarah Winchester.

Así que ya saben, si tienen la oportunidad de echarse la brincona y darse la vuelta por aquellos rumbos, no duden ni un segundo en visitarla, no se culeen, que nunca se han visto fantasmillas o esas madres que la Sarah creía, así que todxs gorditxs y bonitxs, muchachxs.

Camarón loco.